9:17 AM

Hoy cuando me secaba, noté en el pecho que me dolía un punto. Sequé el vapor del espejo y me miré. Tenía un pelo de chancho terrible, y donde entraba el pelo al cuerpo una aureola colorada, inflamada, como pidiendo pista.

En un segundo me pregunté qué hacer, y decidí tomarme las cosas con calma.

Agarré la pinza de depilar de mi esposa, le soplé los pelos que tenía pegados en el extremo, volví a limpiar el espejo de vapor, puse la pinza cerca de la raíz del pelo y tiré.

Sentí una punzada muy fina e intensa. Miré el pelo y ví que enla raíz tenía una bolita blanca y brillante que la recubría. "Era esto", pensé, pero cuando me toqué de nuevo el pecho me dolía, por lo que decidí avanzar un poco. Arriesgarlo todo.

Me dolió mucho cuando me apreté lateralmente, y salió sólo agua con sangre. "otro fracaso" dije. Lo intenté poniendo un dedo arriba y el otro abajo y presioné. Me dolió distinto, como mas compacto, como que había algo dentro de la pústula.

Volví a apretar. Todo ocurrió en menos de un segundo. Primero salió como una mayonesa blancuzca que hizo un rulito sobre la piel y enseguida y pegado al choricito éste una mandioca de pus mas duro que se irguió enhiesta sobre la superficie de la piel y quedó ahí parada, como agitada por el trajín, como diciendo "ahhhh, por fín salí". El dolor cesó, quedé regulando un poco y lo saque con el dedo. Lo miré de cerca, lo olí y no tenía olor a nada. Lo puse entre uña y uña y se patinaba, hasta que lo aplasté. Me limpié bien. Me lavé las manos y seguí con mi vida. Pero ese momento vivido no me lo quita nadie.

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